Finalizado enero, llega el momento de valorar la Gran Montanera de esta campaña.
Este año nos atrevemos a calificar de extraordinaria la montanera en #LaDehesaViva. Las protagonistas sin duda, las innumerables bellotas. Caídas en gran cantidad, hace años que no se veían tantas , formando prácticamente una alfombra bajo las encinas de nuestras fincas casi continuamente, ya que por los rigores de la climatología de este año, han ido cayendo de forma escalonada.
Y no es ninguna sorpresa. Ha sido un año de extremos, grandes lluvias en pocos días y largos periodos de casi estiaje, con temperaturas muy suaves para la época, prácticamente sin precipitaciones y con vientos intensos que las ayudaban a caer, nieblas que han dejado abundante cencellada, con fríos intensos… toda una variedad de fenómenos meteorológicos para los que nuestras encinas están especialmente preparadas. Enormes sistemas radiculares para aprovechar hasta la última gota de agua en tiempos sin precipitaciones. Copas de abundantes hojas, fuertes y apretadas para resistir los calores y vientos pero también para captar gran parte de la humedad que las nieblas matinales nos traen.
Todo esto nos ha permitido aprovechar este año un mayor número de hectáreas de dehesa para la montanera, y por tanto hemos podido criar prácticamente un 20% más de cerdos de Bellota Ibéricos. Porque en Sierra de Codex preferimos que nuestros animales campeen mucho y tengan siempre disponibles abundantes frutos. Nunca apuramos las hectáreas de dehesa disponible para las piaras, lo que nos deja un gran margen en cuanto a número de animales en montanera en función de la “cosecha” de bellotas de cada año. Y eso, después, se nota, mucho en el sabor de nuestros Jamones de Bellota Ibéricos. En su aroma. En su calidad.